Se refiere al conjunto de acciones que proporcionan (al niño) las experiencias necesarias para desarrollar al máximo sus potencialidades.
La base de la estimulación múltiple temprana está en la unión de dos ramas de la investigación, desarrolladas en los últimos cincuenta años: estudios sobre las relaciones entre el individuo y su medio ambiente; así como la neurofisiología del aprendizaje.
La estimulación tiene lugar a través de la repetición útil con diferentes eventos sensoriales, que aumentan el control emocional y la sensación de seguridad en el niño; además, amplían su habilidad mental que facilita el aprendizaje, ya que desarrolla destrezas para estimularse a sí mismo a través del juego, el ejercicio de la curiosidad, la exploración y la imaginación.
La percepción del mundo, el crecimiento de la inteligencia, la sensación de ser amado y el desarrollo de la autoestima, comienzan desde el primer día de vida. La estimulación se concibe como un acercamiento directo, simple y satisfactorio, para gozar, comprender y conocer a los bebés, ampliando las alegrías de la paternidad y ensanchando su potencial de aprendizaje.
Es recomendable convertir la estimulación es una rutina agradable que estreche la relación madre-hijo, aumentando la calidad de las experiencias y el manejo óptimo de herramientas sencillas, para mejorar el desarrollo infantil.
Para obtener un buen desarrollo del niño, se requiere proporcionarle información visual, táctil, auditiva y motriz; en el marco de una relación amorosa, a la velocidad, intensidad y ritmo que cada niño requiera.
En los primeros cuatro años de vida, se deben aplicar métodos de estimulación múltiple a todos los niños sanos. Es necesario poner especial atención en estimular a los niños que presenten riesgo de retraso en su desarrollo, como son: prematuros, desnutridos, de nivel socioeconómico débil, provenientes de madres adolescentes, internos de hospicios y hospitales; a todos aquellos que padecen enfermedades crónicas y a los niños discapacitados.
La estimulación múltiple temprana es, además, la base del tratamiento hacia los niños con retraso en su desarrollo psicomotor causado por alteraciones cerebrales: falta de oxígeno al nacimiento, traumatismos obstétricos, infecciones neonatales; así como la deprivación de estímulos ambientales.
De preferencia, los padres deben realizar la estimulación múltiple temprana auxiliados de la persona al cuidado del niño, sus hermanos, familiares y amigos. Este programa doméstico se brinda en el hogar, abarca a los niños sanos y a los niños con riesgo de retraso psicomotor. Cuando ya existe un retraso psicomotor o el alto riesgo de presentarse, se debe apoyar a la familia con programas institucionales, que supervisen los avances y complementen el enriquecimiento de estímulos en el hogar.
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