La estimulación temprana es el conjunto de estrategias que han demostrado, científicamente, que al ser aplicadas en el niño, lo ayudan a desarrollar al máximo sus capacidades cognitivas, lingüísticas, físicas, psíquicas y socio-afectivas. Éstas son herramientas fundamentales para un adecuado desarrollo y adaptación a su entorno social. Dichas estrategias pueden ser aplicadas desde su nacimiento hasta los 6 años.
¿En qué consisten estas estrategias?
Consisten en estimular los órganos sensoriales (vista, oído, olfato, tacto, gusto, propiocepción) con actividades y ejercicios adecuados a su nivel de desarrollo. Cuando se estimulan estas vías sensoriales llega esta información al cerebro, que se encarga de utilizarla para ampliar las conexiones o redes nerviosas, mejorando las funciones del cerebro y permitiendo que el niño haga cosas que antes no hacía.
¿Qué beneficios tiene la estimulación temprana?
Hace que los niños estén más despiertos y alertas.
Permite que los niños se desarrollen correctamente.
Repara funciones, en un cerebro con daño neurológico.
Los ayuda a mejorar sus funciones motoras, intelectuales, lingüísticas y sociales.
¿Porque los niños que tienen problemas del desarrollo se ven beneficiados por la estimulación temprana?
El niño con problemas del desarrollo es seguro que su cerebro se encuentre desorganizado, cuando lo estimulamos ayudamos a que se organice, madure y funcione adecuadamente. Esta organización permite al niño lograr un mejor desarrollo.
¿Cómo estimular la vía visual?
Utilice luces blancas, sonajas de colores, de formas y volúmenes diferentes.
Colóquelos a 20 cm de sus ojos, frente a su nariz.
Cerciórese que el niño lo observa y desplace el o los objetos cuidadosamente hacia un lado y hacia otro, ampliando cada vez su campo visual. Recuerde que cada vez que se mueve frente a él estimula la visión.
¿Cómo estimular el olfato y el gusto?
Puede aprovechar el momento de cocinar para dar a oler y probar pequeñas cantidades de alimentos dulces, salados, amargos o ácidos; igualmente, de oler aromas de los alimentos, condimentos de cocina, perfumes, cremas, etcétera.
¿Cómo estimular el tacto?
Acariciando al niño con sus manos, cepillando su cuerpo o frotándolo con objetos de diferentes texturas: lisas, ásperas, suaves, etcétera. Es recomendable aprovechar el momento del baño para frotar la piel del niño con esponjas de diferentes texturas, especialmente el rostro, las manos y las plantas de los pies.
¿Cómo estimular la vía propioceptiva?
El masaje es una importante fuente de estímulos sensoriales y propioceptivos. El mover todas sus articulaciones de cuello, brazos, manos, piernas y pies ayuda a estimular esta vía.
¿Cómo estimular la vía vestibular?
Se hace por medio de movimientos globales del niño. Siéntese con su hijo en una silla mecedora y arrúllelo. También, puede acostarlo sobre una pelota y moverlo cuidadosamente.
La estimulación que se da al niño ¿es la misma para todas las edades?
No. Esto se adecua a la etapa del desarrollo en que se encuentra el niño; por ejemplo, si un niño no se sienta al año, debe estimularse para que lo haga, después para que gatee y, posteriormente, para que camine. La estimulación no se da en base a la edad real (cronológica) del niño sino en la etapa del desarrollo en que se encuentre.
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